Un réquiem para un Trafficker: El fin de la era de la segmentación manual
En el mundo de la publicidad digital, los traffickers han sido durante años los maestros de la segmentación. Su trabajo consistía en analizar datos, crear públicos objetivos y optimizar campañas en plataformas como Facebook Ads y Google Ads para maximizar el retorno de inversión de las empresas. Pero hoy, estamos al borde de un cambio radical.
Con la llegada de Andromeda, la nueva inteligencia artificial de Facebook Ads, la estrategia de segmentación tradicional está en peligro de extinción. Esta tecnología no solo analiza datos demográficos o intereses: se centra en el contenido y la retención. La IA evalúa qué tan atractivo y relevante es un anuncio para los usuarios, ajustando automáticamente su distribución sin que nadie tenga que elegir manualmente el público objetivo.
Esto plantea una pregunta crucial: ¿qué rol tendrán los traffickers en este nuevo escenario?

De los datos al contenido
Si antes el talento de un trafficker radicaba en la capacidad analítica y en la optimización de campañas, ahora la prioridad se desplaza hacia la creación de contenido de calidad. Las empresas que antes invertían en especialistas en publicidad digital tendrán que invertir en creadores de contenido, guionistas y expertos en storytelling. El éxito de un anuncio ya no dependerá tanto de a quién lo mostramos, sino de qué tan poderoso es el mensaje que transmitimos.
La publicidad del futuro: más humana, más creativa
Andromeda nos está llevando hacia un modelo donde el contenido reina sobre la segmentación. Esto no significa que la inteligencia artificial haga todo el trabajo; al contrario, exige un nuevo tipo de profesional: alguien que entienda la psicología del usuario, la narrativa persuasiva y la creatividad en su máxima expresión.
Las marcas que adopten esta visión serán capaces de generar anuncios que conecten de manera más profunda con su audiencia, sin la necesidad de ajustar cada variable de segmentación manualmente. La publicidad se vuelve más orgánica, más auténtica y, sobre todo, centrada en la experiencia del usuario.
El requiem para un trafficker
Decir “un réquiem para un trafficker” no es un lamento sin esperanza: es un aviso. La profesión tal como la conocíamos está cambiando, pero el mundo de la publicidad digital no desaparece; simplemente evoluciona. Aquellos que sepan adaptarse y enfocarse en la creatividad y el contenido seguirán siendo indispensables. Los que se aferre al viejo modelo de segmentación manual, lamentablemente, podrían quedar atrás.
El futuro de la publicidad ya no se mide en clicks o públicos objetivos, sino en historias que atrapan, mensajes que perduran y experiencias que el usuario recuerda. Andromeda solo está acelerando un proceso que estaba comenzando: la era del contenido como rey.